Se hace casi costumbre que los incidentes con la Alcaldía de Santo Domingo Este devengan en impunidad en los medios de comuncacion y a todo el que se le pone un micrófono.
Son recordables tanto el incidente «confuso cuasi amoroso» de un «transeunte» en la avenida españa que terminó con la oreja ensangrentada y que ya hay sentencia favorable para la Alcaldía hasta el reportaje difamador de una periodista de CDN contra la familia del Alcalde y que igualmente, ha quedado impune, como si terminara siendo costumbre aguantar ofensas, malos manejos, mentiras y que todo quede igual, como si fuera política de la Alcaldía de Santo Domingo Este dejarse avasallar, tumbar, machucar, dizque porque a la prensa hay que dejarla que hable y quien sabe, jugar al tiempo, mientras que se alimenta la mala comunicación y los delitos de difamación quedan impunes.
Hay periodistas en el arcoiris de la mala prensa en la República Dominicana que hace mucho tiempo merecen ser puestos en su lugar, y si el senador Ivan Lorenzo se dejó avasallar por el periodista de #EstoNoesRadio Ramón Tolentino, esta vez la Alcaldía deberÍa someter o provocar que los llamados por este como «ladrones» le sometan, porque siemplemente la prensa no tiene ni debe tener impunidad para socavar prestigios, vida, labor.
Aun cuando el último incidente en la Avenida Venezuela se descontualizó, subieron solo parte del video, aun cuando el herido es precisamente un trabajador de la Alcaldía, aun cuando todo el incidente es lamentable, es menester que entre la investigación y la toma de correctivos para ir afianzando estos operativos que lejos de tener miedo hay que incrmeentar pero evitando violencia, se someta al periodista que osó llamar ladrones a los trabajadores del ayuntamiento creyendo que goza de entera impunidad.
La prensa debe ser ética, imparcial, analítica, sustentada en hechos, en corroborar la fuente, en la profesionalidad, otra cosa es la cualquierización del periodismo, el galloloquismo, el figureo y el populismo mediático desmedido.
La actual dirección de Comunicaciones de la Alcaldía se ha mostrado más de una vez suave, aguantagolpes y temerosa de acudir firmemente en los temas mediáticos y como mismo debe estar consone con las acciones de la institución debe ser quien canalice como es debido este incidente que no solo comunicarlo mal mancilla al ayuntamiento sino que pone en entredicho la integridad del alcalde pero también del personal que labora en la institución.
Si se permite que desde la voz de un periodista se ofenda a un trabajador de la institución, aun este habiéndose excedido en sus funciones, pero no siendo ladrón, entonces, mejor que cierren el «bohío y entreguen la llave» pues nadie que no se haga respetar y no haga respetar a los suyos, merece respeto.